
Nido 33: Donde lo pequeño guarda lo esencial
Imagina un espacio de 33m² que no se siente pequeño, sino justo: un refugio que se pliega a tu vida, ya sea en el campo, la ciudad o la playa.
En el campo, es madera tibia bajo los pies al amanecer, ventanales que atrapan el sol y paredes que guardan el silencio de la naturaleza. En la ciudad, se convierte en tu isla de orden: todo a mano, nada sobra; cierras la puerta y el mundo ruidoso se queda afuera. En la costa, es brisa fresca entrando de mañana, calorcito guardado por la tarde, y noches donde el rumor del mar mece tu descanso.
Dentro, cada rincón respira calma:
La sala acoge tu sofá junto a la ventana, donde leer o mirar la lluvia sin prisas.
La cocina, pequeña pero pulcra, hace sencillo preparar café o una cena tranquila.
El dormitorio es solo tuyo: un colchón bajo, un armario profundo, un lugar para descansar de verdad.
El baño, con azulejos claros y ducha generosa, siempre parece recién estrenado.
No es una casita frágil. Es el Nido 33:
Pequeño en metros, grande en ingenio.
Moderno en líneas, tradicional en solidez.
Funcional hasta el último cajón, cálido hasta la última esquina.
Lo construimos como tú quieras: con la ligereza del steel framing, la firmeza del hormigón, o la *sabiduría tranquila de lo tradicional. El resultado es el mismo: un hogar que dura, que abraza, que espera.
Porque esto no es solo cuatro paredes. Es la libertad de tener un lugar propio sin complicaciones. Menos metros, más vida.
Raíz Uruguaya
Construimos espacios que se sienten como un suspiro al llegar a casa.